Y llegó el día en que Juana y Felipe de Austria se unian en matrimonio, Juana y Felipe se veian muy tranquilos pero felices. A pesar de la temprana edad en que Juana se casó, los primeros días de matrimonio de la pareja fueron muy románticos y apasionados, sentían una atracción mutua y estaban enamorados.
Al cabo de unas semanas, Juana notó que Felipe se estaba distanciando de ella. Ya no mantenían relaciones sexuales, ni se demostraban su cariño. A causa de eso, Juana empezó a tener celos porque creía que su marido tenía una amante ( cosa que era verdad ). Se sentía preocupada y por eso comenzó a vigilar a Felipe cuando no estaba con ella. Una fría noche de febrero, Felipe y Juana estaban dormidos, cuando Felipe se despertó y salió al jardín a encontrarse con Lucía, una joven y hermosa dama de la corte. Se encontraron en el jardín, justo delante del rosal favorito de Juana. Esa misma noche, doña Juana tuvo una pesadilla y se despertó, al ver que su marido no estaba a su lado, lo buscó por todo el palacio, hasta que llegó al salón principal, miró por la ventana y vió a Felipe y a la hermosa Lucía besarse apasionadamente.
Cuando Felipe entró en la habitación Juana le estaba esperando despierta y discutieron, Juana le prohibió el acercarse a cualquier otra chica que no fuese ella.
Felipe, durante un tiempo, se mostró bondadoso y sevicial con Juana, pero ella sabía que no se podía fiar de su esposo, por eso pidió a sus criadas de confianza que vigilaran a Felipe, pero ellas no le contaban nada a Juana ya que Felipe también mantenía relaciones sexuales con todas ellas.
Un día mientras Juana hiba caminando a los establos del palacio, escuchó una risita que le sonó muy familiar, miró en los nueve establos y cuando hiba a ver el último establo, justo delante suyo encontró, tirados en el suelo, a Felipe y la hermosísima y bella Luisa, una de las damas de la corte y la mejor amiga de Juana, estaban desnudos y Felipe tocaba la piel blanca de Luisa , perfecta y como si fuese de porcelana mientras le besaba el cuello. Juana sintió tantos celos que fué corriendo a separar a Felipe y a Luisa mientras lloraba, gritaba y reprochaba a Felipe que porqué le hacía eso, Luisa era la mejor amiga de doña Juana y eso le enfadó más aún.
Al día siguiente, Juana mandó a llamar a Luisa y al ver a su falsa amiga, se hinundó de celos y pegó a Luisa. Pero como en realidad Luisa estaba enamorada de Felipe , sintió tantas ganas de vengarse que hizo correr el rumor de que Juana estaba loca y que había intentado matarle.
Felipe al enterarse, discutió con Juana y le dijo que ya no le quería y que no volverá a mantener relaciones con ella nunca más. Juana a causa de todo eso cayó en una profunda depressión ya que ella hizo todo esto simplemente porque estaba realmente enamorada de Felipe.
Al cabo de unas semanas, Juana notó que Felipe se estaba distanciando de ella. Ya no mantenían relaciones sexuales, ni se demostraban su cariño. A causa de eso, Juana empezó a tener celos porque creía que su marido tenía una amante ( cosa que era verdad ). Se sentía preocupada y por eso comenzó a vigilar a Felipe cuando no estaba con ella. Una fría noche de febrero, Felipe y Juana estaban dormidos, cuando Felipe se despertó y salió al jardín a encontrarse con Lucía, una joven y hermosa dama de la corte. Se encontraron en el jardín, justo delante del rosal favorito de Juana. Esa misma noche, doña Juana tuvo una pesadilla y se despertó, al ver que su marido no estaba a su lado, lo buscó por todo el palacio, hasta que llegó al salón principal, miró por la ventana y vió a Felipe y a la hermosa Lucía besarse apasionadamente.
Cuando Felipe entró en la habitación Juana le estaba esperando despierta y discutieron, Juana le prohibió el acercarse a cualquier otra chica que no fuese ella.
Felipe, durante un tiempo, se mostró bondadoso y sevicial con Juana, pero ella sabía que no se podía fiar de su esposo, por eso pidió a sus criadas de confianza que vigilaran a Felipe, pero ellas no le contaban nada a Juana ya que Felipe también mantenía relaciones sexuales con todas ellas.
Un día mientras Juana hiba caminando a los establos del palacio, escuchó una risita que le sonó muy familiar, miró en los nueve establos y cuando hiba a ver el último establo, justo delante suyo encontró, tirados en el suelo, a Felipe y la hermosísima y bella Luisa, una de las damas de la corte y la mejor amiga de Juana, estaban desnudos y Felipe tocaba la piel blanca de Luisa , perfecta y como si fuese de porcelana mientras le besaba el cuello. Juana sintió tantos celos que fué corriendo a separar a Felipe y a Luisa mientras lloraba, gritaba y reprochaba a Felipe que porqué le hacía eso, Luisa era la mejor amiga de doña Juana y eso le enfadó más aún.
Al día siguiente, Juana mandó a llamar a Luisa y al ver a su falsa amiga, se hinundó de celos y pegó a Luisa. Pero como en realidad Luisa estaba enamorada de Felipe , sintió tantas ganas de vengarse que hizo correr el rumor de que Juana estaba loca y que había intentado matarle.
Felipe al enterarse, discutió con Juana y le dijo que ya no le quería y que no volverá a mantener relaciones con ella nunca más. Juana a causa de todo eso cayó en una profunda depressión ya que ella hizo todo esto simplemente porque estaba realmente enamorada de Felipe.
Me alegro de que lo hayas incluido antes de tiempo, pero tiene algunos errores que puedes subsanar:
ResponderEliminar1. Hay algunas faltas de ortografía que deberías corregir.
2.Cuidado con mezclar pasado y presente en el mismo relato. Esto es un error de coherencia.
3.La historia queda un poco vaga. Preferiría que ponfundizaras en la historia a que no detalles ningún acontecimiento.
Mañana todavía puedes corregir lo escrito...